No te haré daño
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"¡Dejen dormir!"

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"¡Que mierda quieren bastardos!" grito Erik molesto mientras habría la puerta de su habitación.

Ayer ya era bastante tarde cuando Erik siguió al comerciante de esclavos y en su visita, compro a Raphtalia, no tenia planes de comprarla ya que le agradaba Naofumi y Raphtalia era parte de la fuerza de Naofumi, pero cuando escucho a Raphtalia sufriendo una tos severa no pudo evitar sentir lastima por la niña que ha sufrido demasiado y termino comprándola.

Raphtalia es una niña que tiene cabello largo y solo vestía un vestido de tela sucio y estaba descalza por lo que le di el abrigo que tenia puesto y la tome en mis brazos hasta la posada.

Cuando llegamos a la posada me lanzaron una mirada desdeñosa y la casera me dijo que no se aceptan demi-humanos, le dije que era el héroe de tonfas y necesitaba a la niña y a regañadientes me dejo quedarme, cuando mencione que era un héroe de tonfas Raphtalia puso un rostro confuso. Le pague el doble de dinero a la casera para que no me molestara por los problemas que causare en la noche.

En mi habitación me presente como el héroe de tonfas y le pregunte el nombre a Raphtalia, luego calenté el agua para bañarnos, lave a Raphtalia primero, su cabello estaba sucio y grasiento por lo que su color era casi negro, pero después de lavarla su cabello era de color castaño. Mirando su cuerpo estaba bastante desnutrida, la vestí con ropa que tenia de repuesto, por lo que luego de lavarnos ordene mucha comida que tuviera muchas proteínas.

Cuando llego la comida el estomago de Raphtalia gruño pero no se movió, intente convencerla de sentarse conmigo para comer pero solo temblaba de miedo. Entonces la tome y la senté en mi regazo mientras le daba de comer.

Al terminar la comida Raphtalia solo me miraba esperando algún tipo de castigo o algo similar creo yo, pero solo le dije que era hora de dormir y nos acostamos juntos.

Durante la noche Raphtalia me despertó debido a sus terrores nocturnos a causa del trauma que recibió en la primera Ola. Tuve que abrazarla para calmarla y dormimos abrazados toda la noche.

Y después de una noche bastante larga, hay unos soldados golpeando la puerta bastante temprano, aunque ni siquiera ha salido el sol. Y una de las cosas que mas me molesta es que me corten el tiempo de sueño, por lo que miro con odio a los soldados.

"Héroe de Tonfas, por favor síguenos para presenciar el juicio del Héroe del Escudo"

"..."

"..."

"No me interesa" dijo Erik mientras cerro la puerta, cuando iba a volver a dormir se dio cuenta que Raphtalia despertó y temblaba de miedo, al acercarse se dio cuenta que Raphtalia había mojado la cama.

"..."

"..."

"suspiro* Raphtalia levántate, debemos lavarte y luego vamos a desayunar, ademas debo pagarle a la casera por los inconvenientes"

Toc Toc

"¡Héroe, necesitamos que todos los héroes estén presentes para el juicio!"

Toc Toc

"¡Ya te dije que no me interesa, tengo cosas mas importantes que hacer. Los otros héroes estarán presentes, no hace falta que vaya yo también"

Después de que Raphtalia se lavo, tuve que darle la polera que tenia puesta ya que no tenia mas ropa, le pague a la casera por el colchón sucio y fuimos a la tienda de ropa.

Le compre un par de lindos vestidos a Raphtalia y un conjunto de ropa con alta movilidad, yo me compre un par de prendas ya que solo tenia la ropa que me dieron en el castillo.

Al estar listos salieron de la tienda de ropa, Raphtalia tenia un lindo vestido amarillo con volantes y Erik vestía una polera purpura con chaqueta y pantalones negros.

Cuando iban a desayunar pasaron frente a una farmacia donde Erik recordo que Raphtalia estaba enferma por lo que compro algunas botellas de la mejor medicina que tenían, le dio una a Raphtalia para beber y luego fueron a desayunar.

Cuando llego la comida nuevamente Raphtalia solo se quedo parada mientras el desayuno estaba servido.

"Raphtalia, siéntate conmigo para desayunar, no te haré daño"

"Por que... usted... ....? El maestro que tenia antes.... y todos los demás antes de él... Siempre eran... tan malos... Cada vez que me veían feliz y me estaba divirtiendo..."

Esos bastardos, como son capaces de torturar a una niña solo para satisfacer sus deseos, si me cruzo con alguno de ellos los haré sufrir mil veces peor de lo que sufrió Raphtalia.

"Escúchame Raphtalia, no todos somos humanos basura como los antiguos maestros que tuviste, lamento que hayas tenido que pasar por todo eso... Si hubiera llegado antes a este mundo seguramente podría haberte protegido de ellos, pero te prometo que desde ahora nadie podrá lastimarte, te protegeré. Asi que no tengas miedo y come conmigo, a menos que quieras que te alimente como anoche" Dijo Erik con una sonrisa burlesca, ya que anoche cuando alimento a Raphtalia, aunque al principio le tenia miedo, cuando la alimento en su regazo noto como su rostro se puso rojo de vergüenza.

"Aqui, di Ahhh" dijo Erik mientras le acercaba una cuchara con arroz a Raphtalia.

"P-Puedo comer sola, héroe"

"¿Es así? Que lastima" dijo Erik, luego vio como Raphtalia se sentó y devoro su desayuno sin siquiera tocar los cubiertos.

Al terminar el desayuno habían soldados corriendo esparciendo la noticia de que el héroe del escudo violo a su compañera, la princesa Malty S Melromarc.

"Héroe del escudo..." Escuche a Raphtalia susurrar, ya que el héroe del escudo es el héroe de todos los demi-humanos.

Ahora mismo Naofumi debería dirimirse a fuera de las murallas de la ciudad a desquitarse con los globos naranjas. Deberían pasar algunos días para que se encuentre con el comerciante de esclavos.

Por el momento, tengo planeado cazar monstruos y fortalecer mi arma legendaria, ademas también quiero entrenar a Raphtalia, ya que ella tiene un enorme potencial como espadachín mágica.

Paseamos por la ciudad en busca de una tienda de armas, al encontrar una esperaba ver al Dueño de la Tienda de Armas que hace rebajas, pero en el mostrador había un hombre de cabello negro atendiendo. Le compre una espada corta de hierro para Raphtalia y una armadura de cuero ligera.

Al tener el equipo listo, lleve a Raphtalia fuera de la ciudad y comenzar nuestra primera batalla juntos.

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