¡Hoy es un gran día para morir!
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Pasaron muchas cosas en el transcurso del mes.

Conocimos al capitán de la guardia de la ciudad, al salvar a su grupo cuando estaban rodeados de monstruos, también conocimos a una dueña de un restaurante, la cual supo que había vendido la receta, por la cual un restaurante con poca fama paso a ser el mas famoso de la ciudad, por lo que vino a pedir una receta y a cambio yo le pedí información sobre la ciudad y el exterior.

Según aprendimos, estamos en el continente de Aldia, el cual esta dividido en tres facciones, Hombres-Bestia, Humanos y Monstruos. Los Monstruos son la mayor población, tienen el control del centro del continente el cual es llamado el Dominio Oscuro, el cual es alrededor del 30% del continente y lo único que sabemos es que es puro bosque. Los Hombres-Bestias tienen su capital en el norte, su territorio abarca el 40% del continente. Los humanos tienen el control del 20% pero la mayor parte el territorio es estéril por lo que tiene la población mas baja y menos recursos.

Ahora mismo estamos en la ciudad fronteriza del reino humano. La ciudad fronteriza es la primera linea de defensa contra los monstruos del bosque. Por su localización mas cercana al bosque del Dominio Oscuro, es la mas rica en recursos por lo que a pesar del peligro, la mayor parte de la población se encuentra aquí.

Los hombres-bestia y humanos tienen un sistema monárquico, de los monstruos no se sabe mucho, solo que mientras más al centro vayas, más peligrosos son.

El gobernante de la ciudad es la mano derecha del rey, El Marques Wimbledon. Se dice que una vez cuando joven en una época cuando humanos y hombres-bestia estuvieron en guerra, el salvo al Rey Stingray. Cuando volvieron a la capital a salvo el Rey Stingray lo nombro gobernante y protector de la ciudad fronteriza. Desde entonces se ha quedado en el castillo de la ciudad fronteriza y no se ha visto en años.

Eso es toda la información que pudimos reunir y fue bueno que ocultemos la identidad de Kizmel ya que los humanos tienen un odio extremo a cualquier raza que no sea humana, incluso si un humano es sospechoso de su identidad es asesinado... Es como si fuera la caza de brujas de la época medieval.

Bueno, olvidemos lo complicado de las facciones de este mundo, ahora mismo nos encontramos en nuestra habitación para actualizar nuestro equipo, luego de completar las misiones y por el aumento de nivel que tuvimos.

[Misión "Pentakill"

Asesina a 5 monstruos en menos de 15 segundos.

Nivel mínimo requerido: 20

Recompensa: Aumenta el rango de dos habilidades, Agilidad, Golpe Pesado, 1000 Cuarzos]

[Has aprendido Agilidad]

[Has aprendido Golpe Pesado]

[Has adquirido 1000 Cuarzos]

[Misión "Coleccionista"

Reúne 100.000 puntos de reciclaje.

Recompensa: Actualización del Sistema]

[Sistema en mantenimiento hasta que finalice la actualización]

[Tiempo restante 11:59 hrs]

Quería revisar mi estado pero el sistema no estaba funcionando por el momento, por lo que nos fuimos a dormir temprano y levantarnos temprano para cazar monstruos ya que nos acostumbramos a luchar y cada lucha nos hace ganar mas poder.

"Erik... ¿Crees que podríamos... volver al mundo de donde venimos con la actualización...?" Dijo Kizmel mientras su voz casi no se escuchaba para el final. Pero como Erik se vio fortalecido con el aumento de nivel, sus sentidos son mejores que un humano normal, por lo que aun la pudo escuchar.

"..."

Me quede en silencio por que era algo que también me gustaría que pasara y con el poder del sistema es posible... pero no quiero darle falsas esperanzas...

"...Puede que sea posible... Pero debes saber que las posibilidades son muy pocas ya que el sistema es muy poco fiable..."

"...Pero Erik... Aun hay una posibilidad... Mientras haya esperanza de reunirme con mi hermana no me rendiré..."

"Kizmel, aun si el sistema no tiene la función de mandarnos de regreso a nuestro mundo, buscare la forma de reunirte con tu hermana. Te lo prometo"

"..."

"..."

"Gracias Erik..."

Eso fue lo ultimo que dijo y la habitación se quedo en silencio hasta la mañana siguiente.

Salimos de la posada después de acabar el desayuno.

"¡Atrapenlos! ¡Son espías de los hombres-bestia!"

Vimos que la posada estaba rodeada de soldados, incluso estaba el capitán de la guardia, y yo pensé que ya eramos cercanos, pero viendo la mirada en sus ojos solo veía odio e intención asesina.

"¡Kizmel! ¡Huye al bosque!"

"¡Bien!"

Saltamos sobre los techos de los edificios, pero los guardias nos seguían bastante cerca.

Teníamos que esquivar en el aire ya que nos llovían Flechas y bolas de fuego.

Pudimos esquivarlas fácilmente pero aun así nos estaba retrasando. Al ver que la salida estaba rodeada no se me ocurría la manera de salir a salvo.

"¡Erik, sígueme!"

Grito Kizmel antes de correr hacia las escaleras que llevan a la parte superior de la muralla.

No sabia que quería hacer ya que debido a la altura de la muralla, el saltar de la muralla incluso con nuestro nivel, nos llevaría a nuestra muerte.

Pero habiendo vivido todo este tiempo con Kizmel, confió profundamente en ella, si me dice que hay que saltar al fuego, lo haría sin dudar.

Corrimos hacia la escalera esquivando a cada soldado o arrojándolos del muro mientras subíamos.

"¡Salta!" Grito Kizmel cuando llegamos a la cima de la muralla.

"¡Kizmel! ¡Al menos dime que querías saltar desde antes de subir!"

A pesar de la queja que dio Erik, siguió a Kizmel sin perder un segundo.

"¡Kizmel! ¡Ahora que!" grito Erik mientras estaba en caída libre.

"¡Acércate!" dijo Kizmel y de pronto me sorprendió ya que la vi reunir una especie de energía en su cuerpo.

Mientras sentía que nos acercábamos cada vez mas al suelo y Kizmel aun no hacia su movimiento, me prepare para tomar a Kizmel y tomar su espada para clavarla en el muro... Pero con eso nos detendría y los soldados fácilmente nos atraparían.

"¡Colchon de Aire!"

Justo antes de decidir rendirme con el escape, Kizmel soltó una enorme energía de viento hacia el suelo y formo un colchón gigante de aire.

Al aterrizar nos dirigimos directamente al bosque.

Pero cuando nos adentramos y llegábamos a nuestra zona de caza, donde pensé que podríamos perder a los soldados, habían aun mas soldados escondidos en las copas y sombras de los arboles.

"Erik... ¿Que haremos?"

"Kizmel... ¡Hoy es un gran día para morir!"

Fue lo único que pude decir, ya que al frente habían decenas de soldados escondidos por todo el bosque y detrás nuestro estaban los cientos de soldados de la ciudad fronteriza.

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